El procedimiento de la Apostilla de La Haya es aplicado por 91 países que han firmado el Convenio de La Haya. Este Convenio ha eliminado el requisito de la legalización consular de los documentos procedentes de un país que ha firmado el Convenio y que están destinados a ser utilizados en otra nación (también signataria del Convenio).
Suele ser una hoja con un sello añadido por la autoridad competente al reverso de la copia del documento original, que certifica la autenticidad del documento emitido en otro país. El país de destino suele solicitarse en el momento de la emisión.
Cuando solicitas que se apostille un documento, pregunta al funcionario público donde se va a realizar la apostilla o solicítalo a través de una agencia especializada.
Si el documento procede de un país que no se ha adherido al Convenio de La Haya, la certificación debe hacerse en el consulado del país que recibe el documento. En ausencia de un consulado de este país, es necesario dirigirse al consulado de un país amigo. En este caso es aconsejable consultar a un experto.
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