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Debes saber que el Certificado de Residencia Fiscal sólo es útil para aquellos que quieran beneficiarse de los convenios para evitar la doble imposición fiscal
La Declaración de Residencia Fiscal o Certificado de Residencia Fiscal puede utilizarse para acreditar oficialmente la residencia fiscal en Panamá. Sin embargo, no es un documento indispensable, y no siempre es suficiente para probar la residencia fiscal en Panamá o en otro país.
Este documento es útil, tanto para las personas físicas como para las jurídicas, que deseen acogerse a los convenios para evitar la doble imposición y, por lo general, sólo se exige para este fin muy específico.
La Dirección General de Ingresos (DGI) de Panamá es la entidad encargada de emitir los Certificados de Residencia Fiscal. Para obtenerlo, tanto los residentes naturales como los legales deben presentar una solicitud formal junto con la documentación necesaria que acredite su residencia fiscal en el país. Este proceso está regulado por la Resolución No. 201-0354 del 13 de enero de 2016, que establece los requisitos y el procedimiento para solicitar estos certificados.
La residencia fiscal en Panamá para las personas naturales se basa en la permanencia en el territorio por más de 183 días en un año fiscal, consecutivos o alternados, o el establecimiento de la residencia permanente en el país. Para las personas jurídicas, se consideran residentes fiscales las constituidas bajo leyes panameñas y las entidades extranjeras que tengan su administración y control efectivo en el territorio de Panamá.
Generalmente, nadie le solicita este certificado. El Certificado de Residencia Fiscal sólo ayuda a evitar la doble imposición y a garantizar que las empresas y personas físicas que operan en varios países tributen de forma equitativa, promoviendo así un entorno empresarial favorable y transparente.
Con el Certificado de Residencia Fiscal puede establecer su situación fiscal para beneficiarse de los convenios de doble imposición de los que el país sea parte. No es necesario demostrar su residencia fiscal real de forma incontestable.
¿Qué es la residencia fiscal?
El concepto de residencia fiscal desempeña un papel crucial en el mundo de las finanzas y la fiscalidad internacional, convirtiéndose en un tema de interés tanto para los particulares como para las empresas que operan a través de las fronteras. La necesidad de establecer la residencia fiscal suele derivarse del deseo de evitar la doble imposición, fenómeno que se produce cuando la misma renta es gravada por dos jurisdicciones fiscales diferentes. Para hacer frente a este reto, muchos países han celebrado acuerdos bilaterales y adoptado legislación nacional que permite a los contribuyentes demostrar su país de residencia fiscal.
En este contexto, el Certificado de Residencia Fiscal surge como una herramienta esencial. Este documento oficial, expedido por la autoridad fiscal competente, certifica que una persona física o jurídica es residente fiscal en un país concreto durante un periodo impositivo determinado. La obtención de dicho certificado es esencial para los contribuyentes que deseen acogerse a los beneficios de los convenios internacionales para evitar la doble imposición.
El procedimiento para solicitar un Certificado de Residencia Fiscal puede variar de un país a otro. Por ejemplo, en España se puede solicitar un Certificado de Residencia Fiscal en la web de la Agencia Tributaria, en Italia, la solicitud se realiza en la Agenzia delle Entrate, mientras que en Panamá hay que presentar una solicitud ante la Dirección General de Ingresos (DGI).
Además de ser útil para las personas que viven y trabajan en varios países, el certificado también es importante para las empresas que operan a escala mundial. Garantiza que las entidades que operan en varios países tributen adecuadamente según su verdadera residencia fiscal, evitando así cargas fiscales injustas y fomentando un entorno empresarial justo y transparente.
Si no eres una multinacional y no tienes centros económicos de interés en varios países, el Certificado de Residencia Fiscal no es más que un papel burocrático que nadie te pedirá nunca. ¿Tienes dudas? Solicite una consulta con el abogado Giovanni Caporaso Gottlieb.
