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22/10/2025
Comprar casa en Europa es una pesadilla. Altos costos y trabas legales. Descubre tu Plan B ideal y vive frente al mar desde 50 mil euros
Tabla de contenidos: comprar casa en Europa es una pesadilla, elige tu Plan B
Comprar casa en Europa es una pesadilla y no exagero al decirlo. La suma de los altos costes de traspaso, registro y notario crean un obstáculo enorme para cualquier persona que se plantee invertir. Además, las comisiones elevadas a las inmobiliarias —cuando para apartamentos chiquitos aplican tarifa fija más IVA— incrementan todavía más ese abismo financiero. Y lo peor: pronto será casi imposible comprar casa en Europa.
¿Sabes que con 50 mil euros podrías comprar casa frente al mar en el Mar Rojo, en muchos países de Asia o América Latina? Es una realidad alternativa. El abogado Giovanni Caporaso del bufete Caporaso & Partners puede ayudarte con una simple consulta telefónica a partir de 50 euros a escoger dónde vivir y a obtener la mejor residencia para tu planificación fiscal.
Si piensas que alquilar un piso o comprarlo es ya muy complicado, espera un par de años o tres, porque entonces no será que sea complicado, será que va a ser imposible. Cuando dicen que no tendrás nada y serás feliz, lo que realmente quieren decir es que no vas a tener ni dónde echarte a dormir. Bienvenidos a vuestro Plan B.
La razón por la que comprar casa en Europa es una pesadilla radica en las barreras estructurales del mercado inmobiliario y en la presión regulatoria que se avecina. Los costes de traspaso no solo incluyen el precio de compra sino impuestos, tasas, gastos notariales, inscripción en el registro. A ello hay que sumar que muchas inmobiliarias imponen comisiones fijas más IVA incluso para unidades muy pequeñas.
Europa se hunde: comprar casa nunca fue tan difícil
Estos costes fijos no escalan con el tamaño del apartamento, por lo que comprar casa en Europa e invertir en pequeña escala se vuelve económicamente irracional. Y cuando los costes se suman a estos obstáculos, la sensación de que entrar en ese mercado es como nadar contra corriente repercute en la decisión de muchos. Por eso afirmo que comprar casa en Europa es una pesadilla.
Pero mientras el mercado europeo se enroca, hay destinos emergentes donde con 50 mil euros se puede conseguir una propiedad frente al mar. Esa opción abre una verdadera ruta alternativa: no permanecer atrapado en un sistema donde comprar casa en Europa es una pesadilla. Gracias a la globalización del capital, muchas regiones de Asia o América Latina ofrecen residencias asequibles, vistas al mar, y ventajas fiscales interesantes.
En este contexto el papel de un asesor experto como Giovanni Caporaso se vuelve decisivo: con una consulta accesible desde 50 euros te orienta sobre dónde vivir y cómo estructurar tu residencia para optimizar fiscalmente. Esa es la puerta de salida frente a un sistema donde comprar casa en Europa es una pesadilla.
Y la urgencia es real: no se trata solo de que el mercado esté complicado ahora, sino de que se avecina una regulación que va a reforzar aún más esa pesadilla de comprar casa en Europa. En la Energy Performance of Buildings Directive (EPBD), la European Commission impone que los Estados miembros definan estándares mínimos de eficiencia energética para viviendas, que los edificios nuevos cumplan los requisitos de casi-cero emisiones ya en 2028 para edificios públicos, 2030 para el resto.
Comprar casa en Europa ya no garantiza estabilidad ni rentabilidad
Para las viviendas existentes, esa directiva prevé que los edificios con peor rendimiento deban renovarse para alcanzar ciertas clases mínimas. Este tipo de exigencias añadirán costes adicionales a los propietarios —y más aún a quien compre— convirtiendo aún más el hecho de comprar casa en Europa en una pesadilla.
Incluso si consistes en un apartamento pequeño, la obligación de mejorar aislamiento, ventanas, sistemas de calefacción o refrigeración para cumplir normativa significa que comprar casa en Europa es una pesadilla económica que irá en aumento.
Este escenario me lleva a prever que en uno o dos años comprar casa en Europa ya no será solo difícil, será casi inviable para muchos particulares. Cuando digo comprar casa en Europa es una pesadilla, lo digo con fundamento: la combinación de costes elevados de entrada, comisiones injustas, barreras regulatorias futuras y obligación de mejoras hará que muchos propietarios potenciales desistan.
Si no alquilas o no vendes, entonces te encuentras en una situación peor: posees un inmueble que exige inversión, normativa, pero que puede no cumplir para alquiler, lo que agrava esa pesadilla de comprar casa en Europa.
Otra faceta central de esta predicción es la del alquiler. Si comprar casa en Europa es una pesadilla, alquilar una vivienda que no cumpla estándares futuros lo será también. La regulación europea no solo apunta a viviendas nuevas sino también al stock existente. Se estima que el 85 % de los edificios en la UE fueron construidos antes del año 2000 y que el 75 % tienen un rendimiento energético pobre. Europa ya tiene su Plan B: Energy+1 pero ¡no es el tuyo!
Comprar casa en Europa implica altos costos y nuevas restricciones verdes
Las viviendas antiguas, muchas de las que están en alquiler o en venta barata, van a recibir la presión de tener que adaptarse. Si eres arrendador y te planteas comprar para alquilar, estás ante una doble pesadilla: comprar casa en Europa es una pesadilla y además tendrás que afrontar la reforma para poder alquilar. Y si no la haces, el valor y la demanda pueden caer bruscamente.
Tampoco es cuestión menor que el atractivo de comprar casa en Europa para inversión esté siendo erosionado. La ilusión de obtener un apartamento barato en Europa para alquiler vacacional o para generar ingresos se choca con la realidad de que comprar casa en Europa es una pesadilla administrativa y financiera. Las comisiones fijas elevadas para apartamentos pequeños hacen que la rentabilidad esperada se reduzca drásticamente.
Esa estructura ralentiza el mercado, encarece la entrada y con ello reduce el volumen de compradores internacionales. Estamos entrando en una fase en que comprar casa en Europa es una pesadilla y la elección se inclina hacia otras regiones.
El mensaje que quiero transmitirte es que tienes que actuar ahora o asumir que en pocos años la opción de comprar casa en Europa será residual, restringida a quienes tengan grandes recursos, estructuras legales complejas y capacidad para soportar los costes regulatorios. Mientras tanto, hay alternativas viables con 50 mil euros en zonas de la costa en el Mar Rojo, en Asia o en América Latina.
Esa alternativa convierte la afirmación “comprar casa en Europa es una pesadilla” en una llamada a acción: replantea tu estrategia, minimiza la exposición al sistema regulatorio europeo, y considera un Plan B de residencia y vivienda que no esté sometido a las bendiciones del Pacto Verde europeo.
Comprar casa en Europa o invertir en el extranjero: la gran decisión
Desde nuestra práctica en el ámbito corporativo y bancario hemos visto cómo muchos clientes se dan cuenta de que comprar casa en Europa es una pesadilla tardíamente. No quieren enfrentarse a tropezar con registros, notarías, comisiones, reformas obligatorias y normativa creciente.
Cuando consultas a un abogado especializado en planificación internacional como Giovanni Caporaso, encuentran que hay rutas que permiten “salir del carril” europeo, diversificar residencia, y posicionarse en un lugar donde no prime la etiqueta energética, ni la etiqueta de coche, ni la etiqueta de vivienda. Porque, insistimos, comprar casa en Europa es una pesadilla y cada semana que pasa esa pesadilla se vuelve más cuesta arriba.
Por eso, si piensas que alquilar o comprar en Europa es tu única opción, piensa otra vez. Comprar casa en Europa es una pesadilla y no merece convertirse en tu trampa financiera. Opta por una consulta informada, considera los costes reales, visualiza el horizonte que la normativa te impone.
Esto porque cuando la normativa se convierta en ley, cuando las etiquetas energéticas sean obligatorias para vender o alquilar, muchos propietarios se verán atrapados. Y entonces, comprar casa en Europa ya no será solo una pesadilla: será una cadena infranqueable. Actúa antes de que ese futuro llegue y pon en marcha tu Plan B.
Fuera de Europa existen oportunidades reales para quienes entienden que comprar casa en Europa es una pesadilla. Con menos de 50 mil euros es posible adquirir propiedades frente al mar en destinos tan diversos como Panamá, Egipto, Venezuela, México, Filipinas y hasta Albania. En estos lugares, los costos de traspaso, registro y mantenimiento son mucho más bajos, las regulaciones ambientales menos restrictivas y el clima económico más amigable con la inversión extranjera.
Comprar casa en Europa es una pesadilla, pero aún hay alternativas
Mientras en Europa las normas verdes, las tasas notariales y las comisiones inmobiliarias hacen que comprar casa en Europa sea una pesadilla sin salida, en estos países aún puedes acceder a vivienda frente al mar, disfrutar de calidad de vida y, con la asesoría adecuada de Caporaso & Partners, convertir esa compra en una estrategia de residencia y ahorro fiscal inteligente.
En la consulta analizaremos tu estilo de vida, tus exigencias personales y tus objetivos financieros para ofrecerte la mejor estrategia adaptada a ti. No se trata solo de evitar que comprar casa en Europa sea una pesadilla, sino de ayudarte a elegir el país más conveniente para tu residencia, inversión y planificación fiscal. Con el asesoramiento directo del abogado Giovanni Caporaso y su equipo en Caporaso & Partners, descubrirás opciones reales y seguras que se ajustan a tu presupuesto y a la vida que deseas construir.
Tener una residencia fiscal en Panamá, incluso si ya posees otra residencia en otro territorio, representa una ventaja estratégica clave para quienes entienden que comprar casa en Europa es una pesadilla y que el futuro exige diversificación.
Panamá ofrece un sistema fiscal territorial, lo que significa que solo se tributan los ingresos generados dentro del país y no los obtenidos en el extranjero. Este principio convierte a Panamá en uno de los refugios fiscales más inteligentes del mundo moderno, ideal para empresarios, profesionales digitales, inversionistas y jubilados que buscan estabilidad sin cargas fiscales excesivas.
Contar con una residencia fiscal en Panamá no implica renunciar a tu nacionalidad ni a tus propiedades en otro país, pero sí te permite establecer tu centro de intereses económicos en una jurisdicción segura, dolarizada y con un marco legal que protege la privacidad financiera.
Mientras en Europa la presión tributaria aumenta y cada transacción se vigila con lupa, Panamá mantiene una política flexible, abierta a la inversión extranjera y orientada a facilitar la movilidad internacional. Además, con el euro alto, invertir en un país dolarizado te rinde un 20% más.




